SON LOS ÁRBOLES. Del poemario: "Donde habita tu rostro"
SON
LOS ÁRBOLES
Nunca
se fueron los árboles de mi memoria
atrincherados,
habitan un rincón
de
ese tiempo lúcido y sentido que me habla.
Son
esa ventana por la que miramos
el
verde y ocre del otoño
el
anuncio del llanto, que sobre los suelos
en
sus hojas, dejan las mañanas.
La
blanca nieve del invierno, que a la sazón
en
pinceladas
dibuja
los caminos de primavera
para
después, con sus ojos
abarrotar
de dorado los campos en verano.
Son
los árboles un tiempo sagrado
donde
pensar que a veces todo es inútil
que
nada es imposible.
Que
la derrota es un impulso
donde
la tristeza se desnuda en ferviente alegría.
Son
los árboles, con sus raíces hincadas
en
el dulce abismo de la tierra
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