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Mostrando entradas de enero, 2016

Un Lugar de la red cuyo nombre quiero recordar

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http://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20160115/94810519_7.html Twitter, un lugar de la red cuyo nombre quiero recordar Por Juan Pedro Iglesias García, @jiglesiasgarci La RAE define tuit, del inglés tweet, como un mensaje digital que se envía a través de la red social Twitter® y que no puede rebasar un número limitado de caracteres. En la actualidad, para este menester, 140. Suficientes para hacer declaración de intenciones, máxime cuando la creatividad llega a sitios insospechados y además de velar las intenciones, se consuma con imágenes. Dichosos los fotógrafos que dieron su cámara por una imagen. “Más vale una imagen, que mil palabras”, dicen algunos. Cuanta razón. Pero, para mentir no hace falta una imagen, hay que ser falto de inteligencia y retratarse, como lo hacen en el juicio de la hermana del Rey, el fiscal y la abogada del Estado, diciendo poco más o menos, que no debe ser juzgada porque la frase de “Hacienda somos todos

Cinco mil caracteres bien valen para defender un libro

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               http://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/cultura/20160114/94560544_7.html Foto: José María Mateos Flickr Cinco mil caracteres bien valen para defender un libro Por Juan Pedro Iglesias García, @jiglesiasgarci El otro día escribía sobre la Cuesta de Moyano y recordando, me vino a la memoria la primera vez que la visité. Lo hacía de la mano de mi abuelo, al que le gustaban los libros. Ese rincón del Madrid cultural, que como referente único e indiscutible del mundo de los libros, representa para los madrileños un emblema literario al que, como un sumidero, acuden montoneras de libros. Cada uno de ellos tiene una o varias historias que contar. Mi abuelo decía que los libros que en aquel lugar se vendían eran libros cansados de tanto viaje y que por ello acudían allí para hacer una parada y seguir con posterioridad su largo camino. Era una manera de contarme cuanto amaba él los libros y provocar en mí cierta ilusión por ellos. Más tarde e

ZENDA RELATOS #AMANECER

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“Amanece, y tu vida cambia”. Ese es el pensamiento al que respondió María, aquella mañana de noviembre, cuando una tenue luz cenital, se colaba por la ventana de su apartamento. Un momento mágico, casi invisible, en donde los libros clareados de los estantes eran bautizados por las primeras luces. Sobre la mesa de trabajo, María lee algunas de las viejas cartas de poesía que su abuelo Frank escribió desde un remoto exilio. Cartas que el tiempo, como único testigo, marcaron un antes y un después en las vidas de su remitente y su destinataria Verónica, la abuela materna de María. Dos vidas paralelas que el destino había presentado en diferentes caminos. María va descubriendo en la lectura de las cartas, que aquellas palabras en verso están cosidas a sus sentimientos, con un hermoso hilo de amor. “Cartas de agua y arena entre amaneceres”, como más tarde las llamaría su abuelo en un poema, después de viajar de un lugar a otro. Los abuelos de María se conocieron en Car